domingo, 31 de octubre de 2010

Un dolor de cabeza fue la causa de esto, la consecuencia después de una noche donde la corriente me arrastró por fin a mi hogar, las letras.

Las incoherencias que acostumbro a vivir, a veces suelen tener razón, lo menos pensado, parece real, se transforman ilusiones en estrellas que casi podemos tocar. Mis dibujos, es la imaginación creada en cada línea, en cada textura de la pared donde me afirmo, y con esto reafirmo las ganas de continuar, de caminar a paso lento, pero bien lento y seguro, con una serpiente de bastón, una regla de columna vertebral. Es la vida en general, es que no es perfecta y me agrada tanto así. Es horrible, y es que nadie me enseño a entenderla. Es feliz, es extraña, es soledad, es frialdad a ratos, es éxtasis y luces… Me quedo con eso.

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