martes, 30 de septiembre de 2008

Primavera... Llegaste!


¿Por qué siempre tiene que ser así? Con su brisa cálida y relajante, floreciendo colores de todos los seres, ésos, llamados personas, árboles, tierra… paisaje al fin y al cabo. No somos más que algo que se puede tocar. Sin embargo, sentimos, y esa es la gran virtud, que para muchos, o mejor dicho para mí de repente se torna desgracia. ¿Por qué todos los seres humanos tienen que hacerse daño unos a otros? Por casualidad, a veces sin intención, y las otras veces, siempre se hacen a propósito.
Primavera, ay como dueles al principio, tus flores negras parecen acogerme cada año en esta misma época, me desahogo más al parecer, mis lágrimas piensan que son felices al relucir a cada momento, pero no saben que son víctimas de heridas “personales”.