Se esconden las almas, vagabundas merodean a lo lejos, recorren los cerros en ascenso hacia la nada. La niebla golpea los rostros interrumpiendo su pasar. Se crea un espejismo que parece bañar los miedos. Miedo, ese que me persigue día a día, frente a frente, me escapo de él, vivo en él, miedo de amar, miedo de morir. Miedo de besar tus labios cálidos, suaves y caer en la dulzura de tus besos, miedo de dejar de pensar tanto hasta volverme loca, elevo mi mente y destruyo mis neuronas, yo estoy aquí y siento miedo, ahogándome, odiándome, amándote...
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